Cronicas Caóticas
Esta es la historia de Alejandro y su guerra contra el misterioso Caos
viernes, 28 de febrero de 2014
domingo, 30 de junio de 2013
Capítulo I - Alejandro
“Hace mucho tiempo emergieron del Caos nueve versos o voces.
Alrededor de ellos se arremolinó la materia y comenzó el universo. Cada uno de
ellos se hizo consciente de sí mismo y de sus semejantes. El primero de los
nueve fue el creador de toda la materia por lo que se le llama padre. El
segundo no creo nada, se limitó a existir en el vacío, pero al ser de
naturaleza opuesta le fue conocido en lo sucesivo como Caos. Los otros 7
versos, en armónica resonancia con los dos primeros compusieron la sinfonía
conocida como cosmos.”
Este relato comienza en una escuela cualquiera cerca del
campo. Alejandro era un niño de 11 años que estudiaba ahí. Ese día era como
cualquier otro, las mismas clases, las mismas personas. Sonó la campana del
recreo. Alejandro cerró su libreta para ir a jugar con la pelota. Pero antes
fue a saludar a Carolina, su gran amor. Alejandro era muy hábil con la pelota; a la mitad de su
jugada un ruido estrepitoso los interrumpió. Un meteorito gigante surcó el
cielo y cayó a varios kilómetros de ahí.
El meteorito fue el primero golpe de un ataque a gran escala
sobre la tierra. Las tropas del planeta salieron de los lugares más
inesperados. En palabras de Alejandro: “Surgieron de todas partes, es como si
hubiera un mundo conectado al nuestro del que nadie sabía (…)”. Los guerreros eran
como los describían las leyendas; seres alados de gran belleza y reluctantes
armaduras. Pero la guerra es un asunto serio, las ciudades fueron destruidas,
una gran parte de la humanidad fue masacrada, otra esclavizada y los menos
formaban parte de una precoz resistencia.
Alejandro se convirtió en el líder de la resistencia. No por
su agudeza intelectual ni por sus dotes naturales de liderazgo sino por su
capacidad para usar magia. Alejandro comenzó a usarla unos días después del
primer impacto: “Era a penas un niño pero las imágenes en la televisión eran
muy impactantes. Las armas de fuego eran inútiles, incluso se intentó atacar
con arsenal nuclear sin resultado. En esos momentos de desesperanza un hombre
valiente se decidió enfrentar al invasor, armado sólo de su valor. Ese valor
convirtió sus puños en fuego y empezó el contra ataque. Otros hombres le
siguieron y descubrieron esa misma magia. Pero el ejército contra el que
peleaban era mucho mayor y murieron rápido. Ese día aprendí que yo también
tenía esa magia pero tenía que descubrirla”.
La humanidad le debe
mucho a Alejandro. No sólo creo el primer sistema de combate efectivo
contra los invasores sino también creo la primera ciudad libre en el mundo. La
historia de sus hazañas es suficiente para escribir varios libros pero sólo nos
interesa la última página que escribió:
“Logré recuperar el
mundo de las garras de los invasores. Nos tomó cerca de 50 años rearmarnos,
agruparnos y contratacar. Mío es el honor de haber librado la última batalla.
La paz ha sido nuestro tesoro más grande en los últimos 25 años. Ya estoy viejo
pero espero mi vida sea ejemplo a las generaciones venideras.
Desafortunadamente creo que se acerca una nueva guerra. He
recibido reportes en el sur acerca de recientes ataques de un nuevo enemigo. Estoy
viejo y cansado pero en mis venas corre magia muy poderosa. Espero que no sea
nada. De lo contrario espero morir de pie en el campo de batalla”.
miércoles, 15 de junio de 2011
Prologo
Prólogo: La última batalla por la Tierra
Todo comienza aquí, en el día en que Alejandro IV derrotare a Caos. En su mano izquierda sostiene el poder de la materia, en su mano derecha el poder del vacío. Su mejor amigo, Galante, yace en el piso muerto. Los truenos entre sus brazos se vuelven más constantes, cada golpe tiene más furia que el anterior. Su oponente se coloca firmemente ante él, junta sus manos y de éstas un agujero negro aparece. La atracción comienza a colapsar su cuerpo pero interpone su brazo derecho a manera de escudo, de tal forma que el choque de antimateria provoca una repulsión instantánea. Al mismo tiempo su brazo derecho comienza a formar pequeños vértices de materias. El contraataque es más fiero; un puño rodeado de mil Big Bangs.
Caos retrocede. Su adversario es superior a cualquier otro. Le toma varios minutos consumir esas explosiones con la que le pegaron. Su cuerpo se hace mucho más grande y libera una ola de corrupción. El poco aire se torna denso y a consumir para dentro. Alejandro crea con su brazo derecho un campo alrededor de él. Todavía estaba recuperando el aliento de su último ataque. Se prepara, si pierde el aire, le será muy difícil seguir peleando. Su brazo derecho brilla intensamente dirigiendo una fuerte oleada de energía al escudo. Éste se expande y normaliza el aire a su alrededor. Ambos seres preparan con cautela su siguiente ataque.
Si se pudiera congelar un instante de tiempo se podrían ver miles y miles de guerreros atacando y contraatacando. En ese mismo instante se verían como el número se incrementa hasta el infinito, hasta abarcar todo ese espacio. Sólo entonces la voz de Caos se torna comprensible: “Has hecho bien, habla”. “No destruyas mi Tierra”, respondió el guerrero. “Soy Caos, existo para destruir cuando el balance es perfecto y construyo cuando no hay balance.” “Dame una extensión y yo me aseguraré de que el final no sea estrepitoso”. Caos esgrime algo una sonrisa mientras medita su respuesta.
Galante regresó a la vida, un cuarto ser merodeaba aquél lugar y le había resucitado. Todavía sorprendido de estar vivo atacó a su salvador con una lluvia de granizo. Ninguna roca le hizo daño al extraño. Entonces galante formó del viento una lanza y reinició su ataque. El misterioso ser esquivó fácilmente la lanza y añadió: “No soy tu enemigo, llámame Gris”. Gris era un ser misterioso.Gris extendió su brazo, una lluvia de imágenes fluyeron salió de su mano e inundó la mente de Galante.
La habitación se inunda rápidamente de un color blanco perfecto. Gris y Galante se dan cuenta de que tienen pocos segundos. Gris se adelanta al vórtice que se está formando en el centro de la habitación y toma la espada que yace en el piso, el arma de Alejandro. La toma por el mango y la separa en dos armas diferentes. Le da una de ellas a Galante diciendo: “Este es Faginshairke, la espada del tiempo que no es una sino dos”. Simultáneamente clavan las espadas en el suelo. De cada punta se desprenden truenos que forman un círculo de energía donde Caos y Alejandro quedan atrapados.
Galante se sienta en el trono de Caos, da gracias a sus antepasados en su idioma original y se prepara para lo que viene. Del lado opuesto se ve a Gris, parte de sus ropas se ven rasgadas y se pueden ver que en el centro no hay un ser humano sino una esfera de energía de color púrpura. La magia comienza, de lejos se ve un gran estallido. Un sonido tan fuerte que no se alcanza a escuchar pero que estremece todo a su rededor. Momentáneamente el espacio desaparece y el mundo que antes era blanco se torna oscuro.
“Acepto tu apuesta. Pospondré la destrucción de Terra por 3 vidas. A cambio tomo tu corazón y tu voluntad”. Caos brilla con una gran intensidad y se introduce en el pecho de Alejandro. Las tinieblas desaparecen, las blancas Arenas comienzan a brillar y Alejandro se da cuenta de que está sólo. Gris también ha desaparecido y Galante está petrificado sobre el trono de Caos
Todo comienza aquí, en el día en que Alejandro IV derrotare a Caos. En su mano izquierda sostiene el poder de la materia, en su mano derecha el poder del vacío. Su mejor amigo, Galante, yace en el piso muerto. Los truenos entre sus brazos se vuelven más constantes, cada golpe tiene más furia que el anterior. Su oponente se coloca firmemente ante él, junta sus manos y de éstas un agujero negro aparece. La atracción comienza a colapsar su cuerpo pero interpone su brazo derecho a manera de escudo, de tal forma que el choque de antimateria provoca una repulsión instantánea. Al mismo tiempo su brazo derecho comienza a formar pequeños vértices de materias. El contraataque es más fiero; un puño rodeado de mil Big Bangs.
Caos retrocede. Su adversario es superior a cualquier otro. Le toma varios minutos consumir esas explosiones con la que le pegaron. Su cuerpo se hace mucho más grande y libera una ola de corrupción. El poco aire se torna denso y a consumir para dentro. Alejandro crea con su brazo derecho un campo alrededor de él. Todavía estaba recuperando el aliento de su último ataque. Se prepara, si pierde el aire, le será muy difícil seguir peleando. Su brazo derecho brilla intensamente dirigiendo una fuerte oleada de energía al escudo. Éste se expande y normaliza el aire a su alrededor. Ambos seres preparan con cautela su siguiente ataque.
Si se pudiera congelar un instante de tiempo se podrían ver miles y miles de guerreros atacando y contraatacando. En ese mismo instante se verían como el número se incrementa hasta el infinito, hasta abarcar todo ese espacio. Sólo entonces la voz de Caos se torna comprensible: “Has hecho bien, habla”. “No destruyas mi Tierra”, respondió el guerrero. “Soy Caos, existo para destruir cuando el balance es perfecto y construyo cuando no hay balance.” “Dame una extensión y yo me aseguraré de que el final no sea estrepitoso”. Caos esgrime algo una sonrisa mientras medita su respuesta.
Galante regresó a la vida, un cuarto ser merodeaba aquél lugar y le había resucitado. Todavía sorprendido de estar vivo atacó a su salvador con una lluvia de granizo. Ninguna roca le hizo daño al extraño. Entonces galante formó del viento una lanza y reinició su ataque. El misterioso ser esquivó fácilmente la lanza y añadió: “No soy tu enemigo, llámame Gris”. Gris era un ser misterioso.Gris extendió su brazo, una lluvia de imágenes fluyeron salió de su mano e inundó la mente de Galante.
La habitación se inunda rápidamente de un color blanco perfecto. Gris y Galante se dan cuenta de que tienen pocos segundos. Gris se adelanta al vórtice que se está formando en el centro de la habitación y toma la espada que yace en el piso, el arma de Alejandro. La toma por el mango y la separa en dos armas diferentes. Le da una de ellas a Galante diciendo: “Este es Faginshairke, la espada del tiempo que no es una sino dos”. Simultáneamente clavan las espadas en el suelo. De cada punta se desprenden truenos que forman un círculo de energía donde Caos y Alejandro quedan atrapados.
Galante se sienta en el trono de Caos, da gracias a sus antepasados en su idioma original y se prepara para lo que viene. Del lado opuesto se ve a Gris, parte de sus ropas se ven rasgadas y se pueden ver que en el centro no hay un ser humano sino una esfera de energía de color púrpura. La magia comienza, de lejos se ve un gran estallido. Un sonido tan fuerte que no se alcanza a escuchar pero que estremece todo a su rededor. Momentáneamente el espacio desaparece y el mundo que antes era blanco se torna oscuro.
“Acepto tu apuesta. Pospondré la destrucción de Terra por 3 vidas. A cambio tomo tu corazón y tu voluntad”. Caos brilla con una gran intensidad y se introduce en el pecho de Alejandro. Las tinieblas desaparecen, las blancas Arenas comienzan a brillar y Alejandro se da cuenta de que está sólo. Gris también ha desaparecido y Galante está petrificado sobre el trono de Caos
lunes, 13 de junio de 2011
jueves, 13 de enero de 2011
¿Que fue de las cronicas?
El cielo brilla en el alto cielo. ¿Qué fue de crónicas? ¿Que paso con esos registros sobre el Caos?
Siguen escribiendose, concibiendose y algun dia veran la luz en forma de escrito
Siguen escribiendose, concibiendose y algun dia veran la luz en forma de escrito
domingo, 13 de abril de 2008
Still working
Creo que esto ya lo dije mucho pero de verdad que ya he trabajado en este desma pero no he posteado nada.
domingo, 30 de septiembre de 2007
Blogg abandonado
Noticias rápidas: si alguien ha tratado de darle continuidad a este blogg lo siento mucho por el abandono pero mas k falta de inspiración es un desorden impresionante k tengo con cadda uno de los capítulos... tmb lo he dejado un poco por la flojer pero a partir de este nuevo mes, comienza una nueva era y voy a tratar d epublicar una entrada mensual.....
SD
SD
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